La Princesita: "Los principitos nunca mueren"
¿Porqué una continuación de El Principito?
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Se podría decir que “Los Principitos nunca mueren” es una segunda entrega de “El Principito”, el aparentemente fácil pero enigmático cuento, escrito por Antoine de Saint Exupéry, que ha llenado de gozo sentimental y poético a millones de lectores de todo el mundo.
En parte sería cierto ya que en él encontramos respuestas a preguntas que muchos, sensibles a la magia del Principito, nos hemos hecho a menudo mirando a las estrellas: ¿Que le aconteció tras la picadura de la serpiente? ¿Cual fue su destino y el de su Rosa? ¿Qué ocurrió con el cordero?... Este libro, a su manera, contesta a esas y otras interrogaciones que quedaron suspensas en el aire, pero no se limita a ello.
“Los Principitos nunca mueren”, como su predecesor, tiene por cuerpo una historia, el cuento, y, escondida en sus meandros, un alma: su substrato filosófico.
En parte sería cierto ya que en él encontramos respuestas a preguntas que muchos, sensibles a la magia del Principito, nos hemos hecho a menudo mirando a las estrellas: ¿Que le aconteció tras la picadura de la serpiente? ¿Cual fue su destino y el de su Rosa? ¿Qué ocurrió con el cordero?... Este libro, a su manera, contesta a esas y otras interrogaciones que quedaron suspensas en el aire, pero no se limita a ello.
“Los Principitos nunca mueren”, como su predecesor, tiene por cuerpo una historia, el cuento, y, escondida en sus meandros, un alma: su substrato filosófico.
Sinopsis
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La narradora, reportera que viaja a París, inicia el relato hablando de los miedos y dificultades de la infancia, y, cómo, gracias a la lectura del Principito, supo, no obstante, conservar su alma de niña; preciado tesoro que da mucho, pero también expone a constantes y graves "averías de corazón". Tras esa "presentación", narra la historia que vivió en el Sahara después de un accidente de avión.
La lógica y la razón le dicen que está perdida y sola, cuando de pronto, capta la voz de la última capa de su conciencia, que le advierte que existen "vidas paralelas", y la prepara para lo que le espera: un encuentro tan sublime como el que el aviador tuvo con el Principito.
En efecto, pronto viene hasta ella la Princesita, heredera del Principito y de la Rosa, que también pide que le hagan un dibujo. Seducida por su angelical belleza, su poesía, y su inconcebible sabiduría, la periodista escucha el final de la historia de su "libro salvador", así como las enseñanzas que tan singular criatura ha adquirido viajando, como su predecesor, por planetas diversos , y la Tierra, a la que "...sólo le falta una distribución más equitativa de la felicidad para ser el más bonito del Universo" , pues, "Por regla general preferiríais que reinara la alegría, pero consideráis normal que ande suelto por el mundo tanto desconsuelo haciendo de las suyas."
La lógica y la razón le dicen que está perdida y sola, cuando de pronto, capta la voz de la última capa de su conciencia, que le advierte que existen "vidas paralelas", y la prepara para lo que le espera: un encuentro tan sublime como el que el aviador tuvo con el Principito.
En efecto, pronto viene hasta ella la Princesita, heredera del Principito y de la Rosa, que también pide que le hagan un dibujo. Seducida por su angelical belleza, su poesía, y su inconcebible sabiduría, la periodista escucha el final de la historia de su "libro salvador", así como las enseñanzas que tan singular criatura ha adquirido viajando, como su predecesor, por planetas diversos , y la Tierra, a la que "...sólo le falta una distribución más equitativa de la felicidad para ser el más bonito del Universo" , pues, "Por regla general preferiríais que reinara la alegría, pero consideráis normal que ande suelto por el mundo tanto desconsuelo haciendo de las suyas."